miércoles, 8 de septiembre de 2010


ALBERT ROMERO: NEUTRALIDAD


Papel níveo de blancura infinita. Un paisaje urbano y una gran sensación de amplitud, y con la sola presencia de una figura humana. Un pequeño cesto con pan y un retrato femenino cabizbajo. Romero es simple y meticuloso hasta extremos insospechados, y si bien en pintura resuelve a la perfección cualquier temática que se plantee, en el dibujo se muestra distante a la visión del espectador. Trabajando siempre con lápiz, su trazo, más difuminado, da cierta sensación de inseguridad, de falta de firmeza. No se encuentra muy a gusto en el dibujo, como esencia del arte, y su talante, generalmente realista, queda excesivamente neutro. Pero curiosamente, en el conjunto de la exposición, es un contraste que denota un interés del que el espectador no puede huir.

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